SIEMPRE lo diremos, fue nuestro "kabriondo y malandrín" favorito quien nos inspiró para iniciar este proyecto….
Grazie fratello......
En esta sección algunas de las aportaciones publicadas en su espacio personal, ese que aunque fue breve nos gustó tanto,
DESMOLAND…..
by @DESMO_adicto
En el pasado, se cazaban brujas, en el presente, esas brujas son nuestros miedos, cazamos lo que tememos, pero también cazamos lo que envidiamos.
Empezamos por la segunda parte, generalmente los ducatistas somos la presa, intentan cazarnos con falsos rumores sobre la fiabilidad mecánica de los bicilíndricos italianos. No hay concentración motera, reunión de amigos o rodada circuitera donde una DUCATI SBK pase desapercibida.
Monitores de cursillos subidos en tu moto diciendo que son muy rígidas, pero claro, tienes que pedirle que se baje que toca salir a pista, gente que acude un fin de semana cualquiera a ver rodar las motos que pilotadas por pilotos desconocidos llenan los circuitos de velocidad cuando no hay carreras y se acercan a tu box a fotografiar tu montura.
Cuando llegas a un semáforo y te señalan, llaman la atención de los de al lado, "ES UNA DUCATI" dicen a sus amigos. Eso, por mucha moto que lleves, hace aflorar el cazador que lleváis dentro, tu moto es mejor, seguramente, pero no se fijan en ti. Suena raro, vibra, pero quieres una....
La otra parte es la que compartimos todos los moteros, los miedos inherentes que sobrevuelan nuestras mentes mientras rodamos, esas brujas que perturban nuestras frenadas pensando si pararás a tiempo, las mismas que reflejan su mirada cuando aproximas la tuya al asfalto. Pensar en si tu moto vuela o se sujeta es una sensación malísima.
Esas "brujas" aparecen después de un susto o de una caída, podemos cazarlas, los vascos tenemos los eguzkilores para ahuyentar los malos espíritus. Si no dispones de una, siempre puedes enfrentarte cara a cara con tus miedos minimizando las variables de la ecuación, circuito cerrado y paciencia.
Es sencillo, si conoces el agarre del circuito, sabes que vas sobre seguro, sabiendo qué te espera detrás de la curva ganas en confianza. Si no tienes tiempo de pensar, el instinto sale a relucir, supurando por tus poros todos esos temores.
En esa situación me encuentro yo, toca vestirse de cazador, voy subido en la moto pero voy tenso, y eso tiene que cambiar; o conduces de manera natural o no disfrutas, y rodar en moto tiene su embrujo, los moteros tenemos parte de bruj@s, no nos movemos sobre escobas, pero volamos.
Para ordenar el caos que tenemos en la cabeza, en ocasiones hay que hacer cosas irracionales, encerrarte en un circuito con la máquina que temes, dominar a la bestia en su hábitat natural, vencer tus miedos.....
CAZAR TUS BRUJAS.
Como habéis notado, lo mismo escribo cada 7 días, que me cojo una semana de asueto. La verdad es que la periodicidad de los 7 días me tiene injustamente atrapado, pero bueno. En ocasiones escribo para guardar, y esta es una de esas notas guardadas.
Dicen que los ducatistas somos gente anclada en las tradiciones, un tanto radicales de la nostalgia y tal vez intransigentes con los cambios. Pues bien, si te has sentido identificado, tienes memoria de ducatista a corto plazo. Si algo caracteriza a las motos de Borgo Panigale son los cambios.
Todo empezó con un monocilíndrico con distribución por eje de rey. Sí, en sus comienzos no tenían correas. Hubo un momento en que los monocilíndricos no rendían más y se acopló un segundo cilindro, también con distribución por pie de rey: el comienzo de la leyenda del V2. Pero rompía la tradición. No importaba, ganaba.
Siguiente gran cambio: la adopción del chasis tubular con el motor "colgado". Atrás quedaron los motores apoyados en los chasis convencionales. Ganaban, luego no importaba.
Distribución por correas dentadas: un signo grabado en la piel de muchos ducatistas. Cuando los ejes dentados empezaron a flaquear, se adoptaron correas para mover las cabezas de los cilindros. Ganaba, no importa.
Adoptamos la electrónica cuando apenas nadie lo había hecho con la MONSTER 1100 Evo, una moto que nos trajo el DTC y un ABS nunca visto antes, menos intrusivo. Vinieron los modos de motor y las suspensiones semiactivas.
Se abandonó el embrague en seco, el clásico tintineo de los semáforos desaparecido por la evolución; monocascos de aluminio en lugar de los tubos de antaño; cadenas donde hubiera correas, incluso hay una DIAVEL con transmisión por correa; pero es ahí donde nos volvimos nostálgicos.
La PANIGALE perdió el ADN más puro de DUCATI, perdió la senda de la victoria. Una de las motos más atractivas y deseadas va camino de desaparecer sin un campeonato del mundo, algo nunca visto en Bolonia.
Toca reinventarse o morir deportivamente hablando. La DUCATI V4 de SBK está llamada a devolver el cetro mundial conseguido por Checa. Traerá chasis de aluminio, eso ya se puede decir sin miedo a equivocarse. En las fotos espías travestida de PANIGALE se intuye algo, no serán las líneas de su carrocería, pero el tamaño sigue siendo minimalista.
Cuando se presentó la 916, todo el mundo quedó prendado de ella. El cambio a la 999 no fue fácil, estética muy diferente. Pero ganaba... Sólo con el paso de los años el diseño de las XX9 está ganando adeptos; ¿a qué viene esto? A que la estética de la V4 puede estar más pensada en la pista que en la calle.
Los DUCATISTAS somos gente de cambios, cambiamos de todo menos de marca. Si la futura V4 arrasa en el WSBK'19 la veremos antes, pero no compitiendo. Será divertido ver cómo los más puristas avalan el cambio, básicamente porque retomaríamos los reverdecidos laureles del triunfo que Davies se encarga de regar a menudo.
Soplan vientos de tormenta desde la casa madre italiana, veremos si no se traducen en tormentos propios y sí en quebraderos de cabeza nipones. Aunque Honda ya tiene su V4 en la recámara, y Kawasaki no se va a quedar parada...
Para un pionero que descubrió el motociclismo a un país, alguien que dejó todo por perseguir un sueño.
Nadie amaba tanto la moto como el maestro Nieto, un hombre que vivía este cruel deporte con un prisma diferente al de los demás, no era un trabajo o un deporte, era un modo de vida.
Alguien que corrió entre farolas, balas de paja y muros de casas, en una época "yeyé" donde el gran circo no tenía ni por asomo la dimensión que ha alcanzado hoy día. Eran motos con llantas de radios, frenos de tambor y carenados de chapa.
Un tipo que jamás aprendió a rendirse, y que un descuido ajeno ha hecho que vigile nuestras vidas desde una butaca muy muy alta; nos deja en su querida Ibiza, mientras circulaba con su quad.
Todo el mundo se da cuenta de la dimensión del 12+1 ahora que nos ha dejado, olvidado por los jueces del premio Príncipe de Asturias, pero con 90+1 grandes premios, +1 sí. Tiene el cariño de toda la familia motera internacional y es que detrás de un gran campeón, hay un gran carisma.
Ese aura que desprendía Nieto, con su mono rojo y su medalla en el pecho, es algo que ha hecho grande el motociclismo. Pilotos bravos, de otra época, que se han jugado tanto la vida por la moto que han conseguido que amemos un deporte de locos.
Después de esto, su estilo de vida era diferente: vivir y vivir, aprovechando todos los momentos con una sonrisa, mirando los problemas por encima del hombro.
Allí donde estés Ángel, estúdiatelo unas vueltas, quédate detrás, pero no nos dejes.
D.E.P. MAESTRO
Después de tener un accidente de moto, muchas dudas invaden tu mente...
No sabes si volverás a disfrutar de tu pasión, si podrás saborear la sequedad en la boca cuando atraviesas una zona revirada o si tus párpados volverán a conseguir mantenerse abiertos por un tiempo superior al habitual.
Después del letargo, de la inmovilizacion propia y la de tu máquina, llega ese día que puede cambiar tu vida: hay que sacar la moto del taller. Te sudan las manos, dudas, te subes, acaricias el depósito, y por fin, acompasas tus latidos con los de ella. Embrague, primera, en marcha!
De camino al garaje, das un rodeo, tampoco mucho, pero hay que probarlo, vas enlazando marchas, vuelves a sentir el aire en el cuello, las vibraciones del motor creado en Borgo Panigale, pero no disfrutas, vas muy tenso, demasiado.
Entonces pasa, eso que tanto temías, un pequeño susto antes, un gran sofocón ahora, deslizándose lentamente tu rueda trasera justo antes de coger tracción para levantar levemente la rueda delantera, tu mirada se pierde, mente en blanco, y es en ese momento cuando ocurre: reseteo repentino, todo vuelve a ser como antes, casi.
Todo ha cambiado para seguir siendo igual; ahora subes marchas pisando el pedal de cambio, pero trazas con más calma. De todas formas vas al garaje, no te vas de curvas, pero has aplacado los miedos que te perseguían o tal vez los hayas dejado atrás, quién puede saberlo...
En ocasiones no sabemos de lo que somos capaces hasta que no nos ponemos a disposición del destino, en ocasiones caprichoso, otras veces cruel, pero si no lo intentas, nunca llegarás a saber qué se siente, qué tan fuerte es tu voluntad de lograr algo, si te quedas parado a un lado de la vida viendo sumar minutos sin disfrutar de esos escasos segundos que son sólo tuyos, de nadie más, en ocasiones compartidos con alguien o algo que ha sido puesto en tu camino.
He vuelto a sentirme motero, ducatista para más información, y es que la sensación que transmite una moto, es imposible que te deje impasible. Puede amedrentarte la idea de circular subid@ en una moto, mil y una vez habréis oído eso de: en una moto la carrocería eres tú; es lo que las hace tan atractivas, esa mezcla de peligro e inconsciencia que envuelve esta realidad o más bien te evade de ella.
Hay un momento en la vida de cualquier moter@, ducatista o no, piensas en ese momento de la "jubilación", buscando otra manera de combatir tus necesidades, necesitas quemar adrenalina, o sufrirás un colapso mental que se traducirá en mal humor crónico.
Es peligroso, sí; es muy caro, sí; pero es parte de mí, no me imagino en un soleado día de verano viendo pasar la vida sin sentirme vivo; egoísta, tal vez, pero necesario, si vamos a evaluar los peligros, jamás nos bañaremos en la fuente de la vida.
Hace unos pocos días, volvieron sensaciones antaño familiares, era una prueba mental mas que física, era la vuelta a lo conocido, después de un letargo desconocido.
Nunca antes había sentido el chasquido de un hueso, nunca antes había cambiado la docilidad de mi moto por un toro de rodeo en centésimas de segundo, así que me dispuse a adentrarme en una realidad paralela.
09:30 a.m., deslizar el mono de cuero semi acartonado por el cuerpo nunca se olvida, pero la sensación de tener limitados los movimientos por el mono y las botas sí se hace extraña (aunque conocida). Te colocas el casco, guantes, y con un sutil movimiento de caricia al depósito, alcanzas el botón rojo.
Hace calor, sales por la rapa de despegue hacia tus sueños mas vertiginosos, encaras la salida del garaje con el pulso acelerado, gasolina, presiones en los neumáticos, y ¡vamos allá, Zarautz!
El primer "tramo" siempre es una prueba: si lo haces bien, estás preparado para seguir; si no es así, café y para casa, no todos los días te sientes "piloto". No fue el caso, bramamos!!!
Próxima parada: Deba, lugar de primer descanso. Es un recorrido que no te aporta grandes sensaciones, pero te ayuda a entrar en calor. Llegando a la desembocadura, flanqueado por las vías del tren, discurre un pequeño tramo de curvas que fijan tu mirada. Al llegar a la costa el olor a mar entra en ti, observas la playa y, mientras una gota de sudor recorre tu espalda, te acercas a tomar un café, hay que estar despierto para lo que viene...
Dirección Zumaia, subes el alto de Itziar. Dejas tras de ti zonas de recreo, encaras la bajada dirección a los Pirineos. Sí, allí empiezan los Pirineos, esa zona interior no tiene el encanto de lo que te aguarda, pero hay que atravesarla y cuenta con unas buenas curvas.
Zumaia - Zarautz: llevas todo el camino deseando llegar ahí. Dejas atrás Zumaia por la circunvalación nueva, pasas un puente encima de la ría y tus ojos observan un túnel. A su término no hay un punto de luz, hay todo un paraíso para los sentidos.
La primera curva de derechas suele recibirte con una pared de agua, se aprecia la sal en el asfalto, y a partir de ahí, el mar a tu izquierda y la montaña a tu derecha. Es una zona donde el olor a sal es tu acompañante, en ocasiones incluso se interpone en tu mirada, ya se divisa Getaria.
Una curva en cambio de rasante te descubre un túnel blanco antes de ver la playa, subes la cuesta y al empezar la bajada no olvides mirar el puerto. A lo lejos divisas unos orificios en la piedra por los que debes pasar, piscina natural en medio del mar, giras a la izquierda y ante ti, la pasarela por la que es imposible pasar desapercibido. Entre las miradas de la gente, atraviesas el pueblo en busca de la gasolinera.
Gasolina, café, picoteo, un par de WhatsApp y prueba superada: has vuelto a tus viejas costumbres.Podemos empezar con el camino a la inversa, es igual de bonito, pero casualmente es más rápido. Yo ruedo solo generalmente, me ayuda a relajarme, es una ruta muy muy bonita para hacerla despacio disfrutando del paisaje, luego te lo aprendes de memoria y dibujas sonrisas en las curvas.
P.D. Muchos conocéis esa ruta por la película "8 apellidos vascos", o eso creéis.
Ya conocéis todos como dan el salto los pilotos de Moto2 a MotoGP, su primer contacto con los prototipos grandes es sin ayudas electrónicas.
Bien, partiendo de ahí y conocidas las diferencias gracias al software que podemos disponer en la calle, voy a contaros que sensaciones me encontré cuando coqueteé con la electrónica, que es lo que me lleva a opinar sobre el tema.
Mi capacidad de adaptación es básicamente nula, pero cuando llevé mi 999 a hacer su chequeo de rigor, tuve la oportunidad de "secuestrar" una DUCATI MONSTER 821, una moto ligera, manejable, con 110cv, ABS y DTC.
Lo primero que haces al subir a una moto menos potente es poner su mapa de motor en modo SPORT. No va a sorprenderte una moto con 50cv menos y con ayudas electrónicas, ayudas o filtros, porque si bien hay que frenar muy duro para notar palpitar la maneta derecha, no es tan difícil ver el panel de instrumentos iluminarse, al menos con los neumáticos que traía la M821.
Si vas a probar una moto, lo mejor es ir a territorio conocido. Mis referencias de frenada y de apertura de gas las tengo grabadas en otra montura, así que la primera subida (hubo varias), a un puerto de montaña cercano a mi localidad, fue un poco verlas venir.
No confundir ABS con potencia de frenado, los 320 que muerdo normalmente frenan más y mejor, o tal vez la rueda más blanda; quizá la posición de conducción o tal vez el llegar más rápido al punto marcado para desacelerar, el caso es que llegas más despacio pero frenas prácticamente en el mismo lugar, sin hacer saltar el ABS, con lo que luego toca testar si funciona.
A la hora de probar la flexibilidad de tu muñeca derecha, si quieres recordar la sensación de velocidad conocida, tienes y puedes acelerar antes, y los filtros te dejan igual que si hubieras esperado un poco a encontrarte más centrado en la rueda trasera.
Hay un problema por tanto con la electrónica, al menos para mí: como tienes cierta confianza en que no vas a oler a goma quemada, aceleras donde sin filtros no lo harías, y claro, la moto no desliza, acelera y toca compensar la prontitud de tu entusiasmo con grados de inclinación.
Ojo, a nivel de usuario en moto desconocida pero en territorio familiar, no tengo ninguna duda del beneficio en confianza que te da un sistema de control de tracción, pero también te invita a acelerar antes. Será una mejora en cuanto a tiempos por vuelta, pero personalmente no lo quiero, no me interesa, tengo regulado el control de sudores fríos a base de sentido común, no de algoritmos calculados por ingenieros.
Ya hemos descartado el FTC, (fucking track control), veamos qué pasa con el ABS. En conducción normal no lo hice saltar en modo SPORT y probando a hacerlo "queriendo", en dicho modo me sorprendió lo bien que te deja levantar la rueda trasera.
Probemos entonces en otro modo, ponemos el modo RAIN; lógicamente saltará antes teniendo en cuenta que ha sido programado para asfalto mojado, y en seco sigues teniendo buena capacidad de frenado, vamos a ver si al intentar que actúe pasa lo mismo que antes... pues no, palpita antes. Sí, me gusta, tienes la seguridad de poder ayudarle a tu instinto si te has dejado llevar por el optimismo al llegar a algún ángulo de la carretera.
Yo montaría un ABS moderno sin dudar a mi moto, pero el control de tracción queda a mi mando, o no. Ahora bien, para las motos de circuito, ¿qué? Siempre dicen los pilotos que sería imposible pilotar estas motos sin ayudas electrónicas, pues yo digo que SI se puede. De hecho, el día que debutan en la categoría lo hacen sin ningún tipo de filtro. No podrían hacer los tiempos que hacen hoy día, porque tendrían que esperar a acelerar. Vamos, lo mismo que tú y que yo, tener la posición correcta para dar rienda suelta a los caballos.
Pienso que si tienes reparos a la hora de abrir el acelerador de la moto, una de dos: o vas mas seguro o lo haces con más cautela. Los tiempos por vuelta se verían afectados, SI, pero veríamos unas derrapadas de auténtico campeonato del mundo, algo limitado hoy día a campeonatos regionales.
Eliminar el "valor electrónico" haría también salir a la luz muchas carencias y virtudes de la parrilla que compone un campeonato. De hecho, cuando tienes carreras en agua, la mitad de la parrilla se arma de valor para despojar de los puestos privilegiados a los cuatro de siempre. Y eso, simplemente es posible porque no puedes ir rápido con el parpadeo del control de tracción, hay que jugar con el gas, con el suelo mojado y con menos potencia.
Una cosa está clara: gana quién mejor sabe aprovechar la potencia de su moto con los neumáticos que tiene. Antes era cuestión de tacto, ahora es cuestión de ajuste electrónico, poder de adaptación a lo instintivamente incorrecto, pero ellos siguen entrenando disciplinas de deslizamiento lateral......
Verdadero o falso, no lo sé, pero es algo que no pienso yo sólo, creo.
Sin filtros electrónicos